La irrupción de Massa en la política argentina a partir del resonante triunfo en la provincia de Buenos Aires está provocando movimientos telúricos en varios distritos. Uno de ellos es la provincia de Tucumán donde enfrenta a dos facciones muy marcadas y definidas.
Una de ellas es liderada por tres legisladores Alperovichistas – Kirchneristas, devenidos en Alperovichistas – Massistas a partir de la lectura del escrutinio bonaerence en la noche del 27 de octubre. Gerònimo Vargas Aignasse, José Orellana y José Teri no resistieron la tentación de subir al caballo ganador y son los espadachines de este sector de la interna Massista tucumana.
El primero de ellos es un importante empresario de la noche tucumana (propietario de los principales boliches de la provincia) y ex diputado de la nación por el kirchnerismo, época en que se ganó un lugar privilegiado en Wikipedia de España donde figura como el “desvergonzado Legislador argentino que plagió de cabo a rabo un proyecto de ley de esa enciclopedia virtual. Curiosamente, el proyecto era para incrementar las penas a quienes incurran en el delito de plagio.
El segundo, José Orellana, desde 1991 (en su inicio apadrinado por el ex gobernador y cantante popular Palito Ortega) alterna entre intendente de Famaillá y legislador provincial con su hermano gemelo, Enrique Orellana. Ambos tienen sendas causas judiciales e igual cantidad de denuncias mediáticas por manejos más que desprolijos del municipio, un hermano con prisión perpetua por un resonado asesinato en el que en un principio los rumores señalaban al ahora referente Massista. También Orellana resonò cuando en una entrevista radial y refiriéndose a la oposición, dijo: “para corruptos, estamos nosotros”.
¿Como conseguir mostrase como “renovadores” ante el electorado Tucumano con estos antecedentes y reinando en el controvertido municipio desde hace 23 años? Eso es algo que el propio Massa no advirtió antes de ungirlos como sus representantes en la provincia.
El tercero, José Teri, más conocido como “El Loco” Teri, se inició en la actividad gremial siendo elegido Secretario General del Gremio de Vialidad de la Provincia de Tucumán luego de haber irrumpido con sus seguidores en una asamblea en la sede gremial en medio de una balacera, de la cual, un trabajador vial resultó muerto. Este tridente es el dueño de la casilla del medio del massismo, por su natural estructura basada en los generosos nombramientos legislativos y municipales, pero sobre todo por el apoyo irrestricto del Jefe Renovador Sergio Massa quién los bendijo con nombres y apellidos en sendas notas periodísticas en diarios y programas televisivos tucumanos.
La otra facción es la liderada por Víctor Arias, ex legislador Ortegista (1991/1995) que en su momento fue denunciado por Evangelina Zalazar: “pide dinero por cada ley que quiere hacer votar Ramón” dijo al diario La Gaceta la actriz y esposa del cantautor, en aquel entonces devenido Gobernador. Los cuatro que ahora se disputan la representación Massista, fueron bautizados en conjunto por el propio Sergio Massa en la mencionada entrevista en el matutino tucumano, ante la sorpresa de los tucumanos que vieron al líder renovador borrar de un plumazo al dirigente justicialista Bernardo García Hamilton, quien fuera su primer y solitario profeta en las elecciones nacionales.
García Hamilton, hizo el gasto para instalar al ex intendente de Tigre en un arduo trabajo desde abril hasta el 27 de Octubre y fue el candidato a Diputado Nacional por el incipiente espacio Renovador. El resultado electoral fue malo en medio de una cruenta polarización, lo que parece haber sido la causa del desprecio de Massa que lo ninguneo impíadosamente relegándolo al último escalón si es que todavía lo considera en en su espacio. No obstante, BGH (como es conocido García Hamilton), goza de una importante buena imagen entre sus coterraneos a pesar de haberse alejado de la política hace ya 15 años.
No es la única provincia donde los dirigentes mas nuevos, cándidos o menos desgastados por la función pública son marginados por el Massismo y reemplazados por personajes enquistados en el poder. Esto abona la tesis de una importante masa, valga la redundancia, de ciudadanos opositores al kirchnerismo que teme que el massismo sea más de lo mismo. Parecería que el Frente renovador debería tener adelantados más perspicaces para explorar las provincias antes de emborracharse en el primer boliche, porque esto seguirá dañando la imagen de un candidato promisorio.
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