Quebrada de Humahuaca-Jujuy

Quebrada de Humahuaca-Jujuy
El cerro de siete colores, Purmamarca

domingo, 22 de mayo de 2011

SI CRISTINA FERNANDEZ REALMENTE HAN TRANSFORMADO LA ARGENTINA

Si hemos cambiado y hemos llegado así al máximo de la INDIGNACION, es porque todos los días debemos soportar una muerte más, un secuestro más, una violación más, un robo más, nuestro dolor es tan grande y tan profundo, y el horror del que proviene tan inmenso, que ya no tienen palabras con qué decirse.

Es también porque a través de esa INDIGNACION nos decimos, y les decimos a quienes tienen la responsabilidad de la seguridad de este país, que no queremos un muerto más a causa de la inseguridad , niños, adultos y ancianos; asesinados con un desprecio y una vileza que pertenecen a mundos que no son ni serán nunca los nuestros.

No queremos más inflación creciente, que sólo busca asfixiarnos, como asfixiaron el aliento y la vida de tantos trabajadores.

No queremos más hambre en nuestra rica Patria

No queremos más violencia juvenil.

No queremos más drogas en las calles, en los barrios, en los colegios.

No queremos ver más chicos en las calles.

No queremos ancianos abandonados.

No queremos mas Injusticias por incompetencia de la Justicia

No queremos mas falta de verdadera educación.

Estamos aquí para decirnos y decirles que este dolor del alma en los cuerpos no lo convertiremos en odio ni en más violencia, sino en una palanca que nos ayude a restaurar el amor, la paz, la justicia, la dignidad y la balbuciente democracia que estamos perdiendo.

Para decirnos y decirles que aún creemos que es posible que la Nación Argentina esa misma de Perón y Evita, vuelva a renacer y a salir de sus ruinas, para mostrarles a los señores de la muerte que estamos de pie y que no dejaremos de defender la vida de todos los hijos y las hijas de este país, que aún creemos que es posible rescatar y reconstruir el tejido social de nuestro pueblo, barrios y ciudades.

Si no hacemos esto solamente podremos heredar a nuestros HIJOS una casa llena de desamparo, de temor, de indolencia, de cinismo, de brutalidad y engaño, donde reinan los señores de la muerte, de la ambición, del poder desmedido y de la complacencia y la complicidad con el crimen.

Todos los días escuchamos historias terribles que nos hieren y nos hacen preguntarnos:

¿Cuándo y en dónde perdimos nuestra dignidad?

Los claroscuros se entremezclan a lo largo del tiempo para advertirnos que esta casa donde habita el horror no es la de nuestros padres, pero sí lo es.

No es la Argentina de nuestros maestros, pero sí lo es.

No es el de aquellos que ofrecieron lo mejor de sus vidas para construir un país más justo y democrático, pero sí lo es.

Esta casa donde habita el horror no es la Argentina de San Martín, Sarmiento y Manuel Belgrano, de los inmigrantes hombres y mujeres de esos pueblos que engarzan su palabra a la Nación y de tantos otros que nos han recordado la dignidad, pero sí lo es.

No es el de los hombres y mujeres que cada amanecer se levantan para ir a trabajar y con honestidad sostenerse y sostener a sus familias, pero sí lo es.

No es el de los poetas, de los músicos, de los pintores, de los bailarines, de todos los artistas que nos revelan el corazón del ser humano y nos conmueven y nos unen, pero sí lo es.

Nuestra Argentina, nuestra casa, está rodeada de grandezas, pero también de grietas y de abismos que al expandirse por descuido, complacencia y complicidad nos han conducido a esta espantosa desolación, sin valores, sin sensibilidad moral, sin escrúpulos; donde el sálvese pueda quien pueda prevalece sobre el amor y el respeto al prójimo, a la vida de los demás..…

HAGASE JUSTICIA

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