Por Carlos Tórtora para el Informador Público
El inminente anuncio de la candidatura presidencial de Hermes Binner, secundado seguramente por Margarita Stolbizer y Pino Solanas y tal vez por Luis Juez, puso en emergencia al kirchnerismo. A la Presidente, el panorama se le presenta particularmente incómodo, porque tanto ella como Néstor Kirchner siempre detestaron que los corrieran por izquierda. Así fue que a lo largo de los últimos ocho años el gobierno impulsó permanentemente leyes para mantener cautivo el voto de izquierda. Ejemplos de esto fueron las leyes de matrimonio igualitario, de estatización del sistema previsional, de medios de comunicación audiovisual y, desde ya, la profundización de los juicios a los militares. El caso es que, de cara a los comicios de octubre, la competencia por el voto progresista tiende a complicarse cada vez más, ya que el kirchnerismo no sólo disputaría ese espacio con el alfonsinismo sino que ahora debería lidiar también con el frente que prepara Binner.
Así las cosas, en las últimas 48 horas en la mesa chica de Olivos se analiza una jugada audaz: redireccionar el marketing electoral hacia el voto de centro, a través de una jugada que produciría una conmoción en el peronismo y los sectores independientes. Esta hipótesis tiene nombre y apellido: la convocatoria a Carlos Reutemann para que sea el compañero de fórmula de CFK. La operación tendría un doble objetivo. Para empezar, serviría para reforzar a Agustín Rossi en su campaña para ganar la gobernación de Santa Fe, una elección sumamente difícil para el Frente de la Victoria, ya que Binner adquiere ahora volumen nacional y esto potencia a su delfín Antonio Bonfatti. Esto sin contar que Miguel Del Sel amenaza con sumar una franja de votantes peronistas que rechazan a Rossi. El segundo objetivo, el 23 de octubre, consistiría en que Reutemann le arrime a Cristina una parte de los que siguieron al naufragado Peronismo Federal así como independientes que verían en él la promesa de un tercer gobierno K más moderado y menos ideológico.
Una vigencia cuestionada
Sin embargo, a esta altura cabe preguntarse si el ex corredor conserva la misma capacidad de influir en la opinión pública que hasta el año pasado lo ubicaba como el presidenciable con mejor imagen. Su discreta pero efectiva reconciliación con el kirchnerismo fue trabajada paso a paso por Juan Carlos Mazzón. Finalmente, dio un paso al costado, facilitando en diciembre pasado que se realizara un congreso de unidad del PJ donde se aplaudió la consigna de Cristina-2011. Algunas versiones indicaron entonces que, entre otros compromisos, se había hablado que la actual esposa de Reutemann, Verónica Ghio, ocuparía el segundo lugar en la lista de candidatos a diputados nacionales por Santa Fe. Lo cierto es que el Lole le habría asegurado a la Presidente que él apoyaría al candidato a gobernador que surgiera de la primaria. Este domingo, en medio de los festejos kirchneristas, admitió su intención de apoyar al vencedor Agustín Rossi. No es un secreto que este gesto sería un baldazo de agua fría para los sectores del agro santafesino, que tienen por hábito demonizar la figura de Rossi.
De algún modo -y siguiendo el principio estratégico que dice que gana la batalla el que ocupa el centro del campo- CFK ya venía pensando últimamente en Amado Boudou como su futuro vicepresidente. Obviamente, la diferencia entre éste y Reutemann sería enorme. Es que la candidatura del ministro de economía no influiría en lo más mínimo en la conducta electoral del peronismo.
Fuente:http://www.informadorpublico.com/101184.html
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