Duhalde – Das Neves: “Para un peronista, nada mejor que otro peronista”

Agencia País. En los años 90 se decía que el gobierno de Carlos Saúl Menem , de gestión liberal, despreocupado por los derechos humanos y claramente alineado con los EE UU, no era peronista. Hoy muchos piensan lo mismo respecto al gobierno de Cristina.

El doble discurso K ha llevado a dirigentes nacionales cómo Claudia Rucci, hija del sindicalista asesinado en 1973, y a la senadora Hilda “Chiche” Duhalde, a expresar que Cristina no representa en absoluto los valores de Perón. De hecho, la presidenta fue habilitada por el PJ nacional a conformar una alianza que le permita llevar nuevamente a un extrapartidario como compañero de fórmula. El objetivo es y será electoralista, ya que de no ganar los comicios en primera vuelta, se complicará la continuidad de su modelo.
Se critica al Kirchnerismo el ser un gobierno que se proclama progresista, pero incluye en sus filas a referentes tales como Saadi o Menem. Ello sumado a contar en sus filas con exponentes del crudo liberalismo, como el caso del Ministro Boudou. Por otra parte, no existió de su parte una verdadera política de redistribución de la riqueza, sino que por el contrario, la brecha entre los ricos y pobres en argentina ha crecido.
Todo indicaría que de Peronista este gobierno tiene poco cuando la presidenta apoya la reelección del gobernador de Salta, dónde al nacer mueren 4 niños de cada 100; o cuando los sectores mas humildes pagan el 21% de IVA, al igual que los propietarios de sendos pisos en Puerto Madero. Tampoco veo a Perón cuando se desoye los requerimientos de los Qom o los funcionarios como Jaime son procesados .
El peronismo es fundamentalmente humanista y este gobierno es bien economicista. Si Evita viviera alzaría su voz para denunciar la existencia de un pueblo pobre que sigue siendo oprimido por quienes dicen representarlos.
Otro aspecto negativo de este gobierno es la utilización del principio “divide y reinarás“. De ésta manera todo aliado está del lado del progresismo, en tanto que quién sea crítico será tachado como oligarca, vende patria o de derecha. La rotulación caprichosa entre “Nacionales y Populares” y “enemigos” enfrenta hoy a los argentinos como pocas veces antes.
Un claro ejemplo de ello esta dado por la ruptura que el propio Néstor Kirchner produjo en el peronismo de la provincia de Chubut, dónde sus partidarios instalaron la idea de un fraude electoral, forzaron a elecciones complementarias y obligaron al PJ Modelo Chubut a ganar dos veces los comicios. El resultado fue un peronismo que en las urnas denotó un caudal de votos de más del 70% dividido casi en partes iguales. La maniobra, en este caso, no le sirvió a Cristina para lograr una victoria electoral y puso de nuevo en el escenario nacional al gobernador Mario Das Neves.
Eduardo Duhalde y Mario Das Neves sellaron el acuerdo para integrar la fórmula presidencial por Unión Popular, la línea política creada por el ex presidente de la Nación. La fórmula se presentó como alternativa el 14 de agosto en las elecciones primarias y obligatorias.
La idea es juntar tras sí a referentes peronistas que no se sientan representados por el Kirchnerismo. Se menciona a Puerta, Romero, Busti, Rodriguez Saa, De la Sota, y Ghio; más aquellos que desde el sindicalismo y movimientos populares se vayan sumando con el correr de las horas.
El 17 de octubre de 1950, desde la Casa Rosada, Juan Domingo Perón lee un documento fundamental para sus seguidores que se conoce como “las veinte verdades peronistas”. En dicho conjunto de principios se destaca la frase: “para un peronista, nada mejor que otro peronista”; razón por la cuál considero coherente la conformación de una fórmula como lo es la de Duhalde – Das Neves, en contraposición con un sistema de alianzas que utilizará el kirchnerismo.
Por Marcelo Pérez Peláez

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