Se reunió con Das Neves, para coordinar estrategias en el Congreso, y con un grupo de intendentes que comparten su espacio.
TRELEW.- "Lo que pasa con Scioli y Macri es que creen que pueden esperar a 2015 a que los vengan a buscar para entregarles el poder". A 12.000 metros de altura sobre la Península Valdés, José Ignacio de Mendiguren intentaba dar con la clave para diferenciar la estrategia del intendente de Tigre, Sergio Massa, de la de sus principales rivales en la carrera por la Presidencia. Desparramado sobre la butaca de cuero gris perlado del moderno jet privado, el intendente tigrense no hizo nada para corregir al ex presidente de la UIA. "Vasco, en política, nadie te regala nada", le recordó.
Minutos después, cuando pisó el aeropuerto de Trelew, Massa inauguró extraoficialmente la gira presidencial que había imaginado meses antes de ganar los comicios bonaerenses del 27 de octubre. "Empezamos a juntar a lo largo y a lo ancho de la Argentina a los que pensamos parecido para unir nuestra voz en el Congreso", había dicho poco antes, todavía en vuelo, para intentar acotar los alcances de la visita de ayer al ex gobernador de Chubut y diputado nacional electo Mario Das Neves a la estrategia que seguirá el Frente Renovador en el Congreso.
De hecho, los ganadores de las elecciones de Buenos Aires y Chubut buscan definir los últimos detalles de la estructura que tendrá el Frente Renovador en el Congreso: un bloque unificado, con Das Neves en un rol preponderante, como quiere Massa, o un interbloque en el cual el chubutense se pare al frente de una bancada "patagónica", como quiere Das Neves. Pero el viaje de ayer de Massa apuntó más allá.
De hecho, poco después de aterrizar, Massa ya se encontraba en el palacio municipal de Trelew, rodeado por ocho intendentes (hay 27 municipios en toda la provincia) que se animan a mostrarse con el ex gobernador: el anfitrión, Máximo Pérez Catán, Alejandro Albaini (Puerto Pirámides), Martín Bortagaray (Dolavon), Mirco Szudruk (El Hoyo), Antonio Reato (Puyén), Mario Pichiñián (Paso de los Indios), Iván Fernández (Lago Puelo) y Jorge Seitune (Tecka). Ricardo Sastre, de Puerto Madryn, faltó con aviso.
"Quiero agradecerles a los compañeros que vinieron hasta aquí pese a que fueron groseramente apretados por el gobierno provincial", los presentó Das Neves, en alusión al acto que, a esa hora, pero en Esquel, había convocado casi de urgencia el gobernador kirchnerista Martín Buzzi, para entregar patrulleros.
"Conozco los costos que trae ser parte de algo distinto. Pero no hay nada más valioso que poder decir lo que uno piensa con libertad", fue el consuelo que intentó Massa, antes de buscar otra vía para romper el hielo. "Si me mandás dos ballenas le pongo una al frente de la casa del gobernador, para que recree la vista", le dijo al intendente de Puerto Pirámides, en alusión a la quinta de Scioli en Villa La Ñata. "También tenemos pingüinos, pero mejor no te mando", retrucó Albaini.
"Necesitamos que Mario [Das Neves] esté fortalecido no sólo electoral sino también institucionalmente, porque lo releva para darle contundencia al mensaje", les dijo Massa a los intendentes, para hacer más explícito su deseo de que Das Neves no se limite a recorrer Chubut para recuperar la gobernación en 2015, sino que cruce las fronteras provinciales para desplegar el FR a lo largo de la Patagonia. Das Neves concuerda en este punto.
Mientras Mendiguren y el economista Ricardo Delgado conversaban con productores locales, Massa y Das Neves partieron hacia un centro de jubilados. "Quiero convocarlos a construir sobre la idea de que hay una etapa nueva, que los que piensan distinto se pueden sentar a una misma mesa", los arengó Massa.
Das Neves apuesta al mismo diálogo. Tanto que nunca rompió lazos con Scioli y, si le preguntan, no descartaría que, en 2015, el ex motonauta y Massa puedan confluir. Pero hoy prefiere colaborar "ordenando" el espacio renovador y aconsejándole a Massa que no repita el "amontonamiento" opositor de 2009. "Se viene un 2014 muy duro para Sergio: todos vamos a tener que fortalecer ese proyecto día a día", les repite a sus asesores.
Como Massa le decía a Mendiguren, ayer, 12.000 metros sobre la Península Valdés: "Vasco, el año que viene vamos a juntar a los diez sectores más fuertes de la economía para llegar a un acuerdo social entre empresas y trabajadores, desde el Congreso. Tenemos que dedicar el año a construir capital simbólico. Porque en política nadie te regala nada".
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