El papa Francisco condenó a "la diosa de la corrupción"

08.11.13 Dijo que la dignidad viene del trabajo “digno y honrado” y no de ese "camino más fácil que al final te quita todo".

El papa Francisco condenó ayer en su homilía en Santa Marta a "la diosa de la corrupción" y dijo que la dignidad viene del trabajo “digno y honrado” y no de ese "camino más fácil que al final te quita todo".

"Dios nos encargó ganarnos el pan con un trabajo honesto", dijo el Papa argentino en su misa diaria que oficia en la residencia de Santa Marta. "Esa costumbre del soborno es una costumbre mundial manifiestamente pecaminosa. Una costumbre que no viene de Dios", exhortó.

"Tal vez hoy haremos bien en orar por muchos niños y jóvenes que reciben de sus padres el pan sucio. Estos también tienen hambre, tienen hambre de dignidad", agregó.

Dirigiéndose a los fieles, Jorge Bergoglio comparó la corrupción con la dependencia a los estupefacientes: "Comenzamos tal vez con un pequeño sobre, pero esto es como las drogas. Por lo tanto, el hábito a los sobornos se convierte en una adicción".

El Papa expresó su pena por "esa pobre gente que ha perdido la dignidad en la práctica de sobornos y solo trae consigo, no sólo el dinero que ganaron, sino también la falta de 
dignidad".