24.10.2014 - 21:14 hs
El Congreso encomendó debatir los temas relevantes como el régimen electoral y la reforma política, en distintas comisiones y en el Consejo Partidario. Sólo tuvo avance la aprobación de una amnistía general.
Ciento treinta congresales le dieron cuerpo al Congreso partidario que comenzó pasadas las 16, con una agenda escueta. Sólo cuatro temas a debatir fueron suficientes para cumplir con una formalidad, porque no hubo mucho más allá del perdón a aquellos peronistas que se fueron del PJ y que ahora serán nuevamente convocados para sumarse a las filas, con miras a las próximas elecciones.
Según María Eugenia Bernal, hubo una especie de mea culpa y un reconocimiento de que partidariamente se vinieron haciendo mal las cosas y que hay que encarar una nueva etapa para reconquistar al afiliado, el voto peronista y asegurar un triunfo en las próximas elecciones.
No se habló del piso electoral ni de cargo partidarios, aunque sí hubo algunos congresales y afiliados molestos, porque el PJ ya tendría casi decidido cuál será la estrategia electoral en este sentido, o mejor dicho, los cargos ya estarían distribuidos.
Hubo además un reconocimiento y le ratificaron al confianza al gobernador Eduardo Fellner, “no solo para gobernar la provincia, sino también en la cuestión políticas” dijeron.
De entrada se simplificó el debate; la lectura del acta anterior y el estado contable, prácticamente fueron aprobados sobre tablas, como se acostumbra a decir en la Legislatura. Se mocionó para que no se leyeran, puesto que estaban a consideración de los congresales en forma escrito y se votó a libro cerrado aprobando ambos instrumentos.
Donde hubo una agria discusión fue en el tema de la amnistía. Allí hubo una férrea resistencia de las mujeres peronistas, que no querían que sea amplia, porque todavía existen algunos y algunas “peronistas”, que no pueden volver al partido; expusieron y miraron directamente hacia el ramal jujeño.
Pero la política del presidente del Congreso era darle aprobación tal cual como venía el proyecto, sin cambiarle una coma y a pesar de la oposición de las mujeres peronistas, se logró avanzar. Fue lógico el debate y oportuno, pero se aclaró que este “perdón” es sólo para quienes decidieron en su momento alejarse con otro proyecto político y no para aquellos que están sancionados. Serían unos 800 dirigentes los que podrían volver al partido si hay una decisión.
La situación política, el régimen electoral vigente y la reforma políticas fueron temas que tuvieron muy poca discusión. De entrada se propuso conformar comisiones para debatir más “profundamente” cada punto y así darle la “seriedad” que el caso amerita.
También intervendrá en estas discusiones el Consejo Partidario, que en definitiva será el que termine de resolver cada una de las cuestiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario