Los testigos que hasta hoy han declarado en el caso Ciccone fueron coincidentes en asegurar que el actual vicepresidente no sólo estaba al tanto de las negociaciones para quedarse con la empresa, sino que participaba de las conversaciones.
La trama que ubica a Núñez Carmona como el álter ego de Amado Boudou y a Vandenbroele como otra de las piezas centrales del caso, pone en aprietos al vicepresidente.
La contraofensiva político-judicial de Boudou se ha centrado en los siguientes ejes: el carácter “político” de la denuncia y difusión periodística del caso con un objetivo “destituyente”. En otro plano, Boudou ha negado conocer a Vandenbroele, presidente de la misteriosa compañía The Old Fund que se quedó con la impresora de billetes hasta que el Estado, en una decisión escandalosa, decidió expropiarla.
Si las acusaciones de Boudou le sirvieron hace tiempo para separar al juez y al fiscal de la causa y obligar a renunciar al entonces procurador, hoy esa fortaleza política está en duda. Nadie públicamente salió a defenderlo después de que miembros de la familia Ciccone, y hasta un conocido que sirvió de nexo para que se reuniera con ellos, confirmaran que Boudou, desde el Ministerio de Economía, estuvo detrás de esta oscura maniobra para apoderarse de la empresa.
La relación con Vandenbroele es también una cuestión inexplicable para Boudou, quien la niega enfáticamente. Esa cerrada defensa quedaría demolida instantáneamente si al final aparece el famoso video de Boudou comiendo con Vandenbroele en el restaurante del Palacio Duhau.
En las últimas horas, fuentes muy informadas dijeron que esa grabación no sólo existe sino que estaría en manos del juez Ariel Lijo.
En el juzgado nunca se confirmó que ese video haya sido secuestrado por la Justicia en la investigación del caso Ciccone.
Aunque existen pruebas contundentes sobre las vinculaciones del trío Boudou-Núñez Carmona-Vandenbroele, y graves testimonios sobre extorsiones mafiosas para obtener la mayoría de la empresa, el video sería la frutilla de la torta.
Boudou mira con desesperación a la Cámara de Casación para que ésta lo sobresea por “inacción en la causa”, una figura a la que apelaron para frenar una investigación que puede llevar al vicepresidente a declarar en la Justicia.
Diplomáticos de países occidentales no entienden el silencio gubernamental o de la vicepresidencia sobre las cuestiones que afectan a Amado Boudou. No hubo ningún comentario sobre las declaraciones de los Ciccone ante el juez sobre el papel del entonces vicepresidente.
Prevalece la idea de que cualquier declaración echaría más leña al fuego.
Si ese video existe, como se asegura, nada salvará a Boudou de ir a declarar ante el juez como imputado.
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