Por: Pablo Ibáñez
Manuel Humberto Blanco, el histórico juez electoral bonaerense, convertirá su despacho en un diván: un malón de diputados opositores destilará por La Plata para enumerar sospechas, quejas y frustraciones por el «fraude sistemático» que, dicen, se registró el 14 de agosto.Este mediodía, la duhaldista Graciela Camaño, Federico Pinedo del PRO, el radical Ricardo Gil Lavedra, Patricia Bullrich de la Coalición Cívica (CC) y el denarvaísta Gustavo Ferrari reclamarán frente a Blanco medidas para prevenir nuevas irregularidades en octubre.
Ese acuerdo, que supone que los desajustes sólo los ejecutó el oficialismo, es una maniobra dual: por un lado, darle a las denuncias entidad parlamentaria y liberar de ese karma a los candidatos; y por otro, proyectar un mecanismo de control para la general.
En rigor, los denunciantes opositores -el duhaldismo fue el más efusivo, seguido por el sector de De Narváez y últimos los radicales- asumen que poco y nada se puede hacer sobre las primarias. Las razones, expuestas previamente por Blanco, son dos.
Reclamo
Sobre trabas, Pinedo, Ferrari, Camaño, Bullrich y Gil Lavedra enfocarán hoy su reclamo, no tanto sobre lo que pasó, sino sobre lo que viene. En concreto, le anticiparán al juez la posibilidad de demandas penales contra los presidentes de mesa que, para ellos, falsificaron actas.
La figura, según adelantó Camaño, es imputarlos por presunta «falsificación de documento público» y le pedirán a Blanco que a esos presidentes de mesa les impida volver a desarrollar esa tarea en las generales del 23 de octubre.
Por lo pronto, la Junta Electoral bonaerense confirmó ayer que quienes fueron autoridades de mesa el 14 de agosto, desarrollarán la misma tarea el día de la elección general y para evitar vacantes, disputo que los empleados judiciales, y los directores de escuela, estén a disposición para cubrir eventuales deserciones.
La unidad opositora, para optimizar los controles para la general, se expresará hoy a través de legisladores de cada partido para evitar que tengan que ser sus candidatos a presidente o a gobernador los que lleven adelante las denuncias.
Hay, sin embargo, matices sobre la dimensión del supuesto fraude. Mientras en el Frente Amplio Progresista (FAP) de Hermes Binner hablan de que Cristina de Kirchner creció 2 o 3 puntos gracias al robo de boletas y a la adulteración de telegramas, el duhaldismo habla de 7/8 puntos y el sector de De Narváez dice que sólo en Buenos Aires trepó al 10%.
De todos modos hay una postura unificada respecto a reclamar la aplicación de la boleta única, reforma a la que se opone Cristina de Kirchner y que hoy llevará a Casa Rosada a Alberto Rodríguez Saá: el puntano se verá, para discutir ese tema, con Florencio Randazzo.
Parece, a priori, una cita sin sentido: la Presidente anticipó que no comparte la idea de la boleta única. Igual, Randazzo recibirá a Rodríguez Saá para alimentar las teorías conspirativas sobre un entendimiento entre el puntano y la Casa Rosada en detrimento de Duhalde.
Mañana, en tanto, será Binner quien aproveche un show de presentación del sistema electoral santafesino para enfocar, de manera lateral, la cuestión del presunto fraude. El FAP, aunque evita agitar esa cuestión porque entiende que desperfila a su candidato, advierte que fueron víctimas del «faltante de boletas» ejecutado por el oficialismo.
Fuent:http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=598917
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