Empezó formalmente la campaña electoral de cara a las primarias del 14 de agosto, ¿cómo vislumbra el escenario?
No es casual que venga a iniciar mi campaña al corazón del Norte Grande, porque es la única región que al lanzar los diez puntos básicos de mi plataforma distinguí. Yo estoy convencido de que el Norte Grande necesita una reparación histórica. Cuando digo esto soy consciente de que no están los votos acá. Y no lo digo sólo acá, lo dije cuando lancé mi candidatura en el Luna Park. Estoy convencido de que esta región, donde nació la patria, está abandonada. En este momento nos parece natural que una familia no tenga tierra y tenga que ir a un asentamiento. Eso es absolutamente injusto en los países que sobra tierra. Argentina es un país despoblado. Quiero empezar por el Norte Grande para garantizar un derecho. Tenemos que darnos cuenta de que esto no es natural: la gente no puede vivir en una maceta, tiene que tener su tierra. Y que un hombre de Salta la primera tierra que tenga sea la del cementerio es una injusticia que tengo que reparar. En mi provincia ya lo hice en los pueblos de hasta cien mil habitantes. Esto no se puede hacer en el Conurbano. El único gobernador que me llevó el apunte fue (Juan Carlos) Romero, y con él estuve no menos de tres o cuatro veces en las loteadas que hacían para darle tierra a la gente. Es decir, el Estado tiene que ordenar los lugares donde la gente tiene que vivir. En ese tiempo no había asentamientos en Salta, y ahora, según me dicen algunos amigos, han empezado las ocupaciones en los asentamientos.
El veinte por ciento de los habitantes de las grandes ciudades de Salta vive en asentamientos...
No sabía eso. Pero es un fenómeno de toda América, porque nuestra herencia es muy mala en el reparto de la tierra. Yo contaba que los anglosajones reparten la tierra de manera que la gente tenga acceso a ella. Los códigos civiles sudaméricanos no contemplan que el pobre pueda comprar una tierra. Los gobiernos tienen que interpretar esto.
En los últimos ocho años se vio una alarmante falta de planes de vivienda en el país...
No hay plan de vivienda.
¿Por qué?
Porque no hay conducción del Estado. Yo sostengo que mejor que los planes de vivienda es darle a la gente la propiedad de la tierra y otorgarle crédito para que se la haga. No estoy muy de acuerdo con los planes del Fonavi porque salen demasiado caros.
¿Cómo se revierte esta supuesta “invencibilidad” del kirchnerismo a solo un mes de las elecciones primarias?
Hay un derrumbe electoral del oficialismo que se va a verificar en las próximas elecciones. El oficialismo tiene una enorme ventaja en el manejo insistente de cosas que da como ciertas, pero son mentira. Una, tan absurda como con la inflación, que siguen diciendo que es del ocho por ciento y al que dice otra cosa le inician un juicio. Una cosa disparatada. Y en esto también. Se fue generando la sensación, aquí y en el exterior, de que la Presidenta ya había ganado y que la elección era un trámite. Se lo creyó Cristina misma. Yo estoy seguro de que no va a ser así y de que la gente está haciendo un “click” que se empezó a notar con las elecciones porteñas. Yo eso lo había dicho antes. Cuando me decían que en Capital Federal iba a sacar 30 o 32 puntos yo dije: “No saben lo que está pasando”. Muchos dirigentes y periodistas siguen creyendo que Cristina ya ganó. La gente también lo sigue creyendo, pero muy pronto se empezará a correr el velo, porque estas cosas están pasando a nivel nacional y la respuesta ofensiva hacia el electorado va a tener repercusiones. La gente más humilde no está conforme.
¿No cree que la enorme fragmentación opositora ayudó a generar esa sensación?
Sí, puede ser. Hay un dicho bien conocido: “Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Si en la oposición no se presentaban alternativas de gobernabilidad que la gente viera como más ciertas, naturalmente la gente no se quiere tirar al abismo. No es casual que tengamos 68 partidos provinciales que se han adherido a nuestra candidatura. Esto no pasó nunca en la historia electoral argentina.
¿Cómo analiza lo que pasó con los encuestadores en Capital Federal y la respuesta ofensiva del oficialismo hacia el electorado, tras la derrota de Daniel Filmus?
Lo cierto es que la mayoría de los encuestadores está trabajando para el Estado, y es natural que así sea en un gobierno que no rinde cuentas de nada. Tienen la plata y hacen lo que quieren con ella. No se dan cuenta de que la plata es del pueblo. Entonces les pagan cualquier cifra a los artistas para que aparezcan en los programas de televisión y para que hagan actos. Cifras que son el cuádruple de lo que cobran cuando actúan con sus representantes. Es como un megashow en donde aparece la gente del Gobierno diciendo las cosas que se hacen y las que no se hacen. ¿Y quién les dice que son mentiras? Lo desmienten las mismas estadísticas nacionales. Cuando Cristina dice que se hicieron 800 mil viviendas, uno busca y ve que se hicieron 280 mil.
Usted había planteado que la gente debía apoyar al candidato que salga segundo en las primarias. Si usted no está en ese lugar, ¿bajará su candidatura?
No se puede hacer eso, es un acto de irresponsabilidad. La candidatura presidencial está apoyada por tres mil intendentes, concejales, diputados provinciales y diputados nacionales. Uno no puede abandonar porque no le fue como le hubiese gustado el 14 de agosto. Tiene que seguir por ellos. Pero es la gente la que naturalmente se va a volcar (al opositor que salga segundo), salvo que sean muy parejos los resultados de los tres que tenemos chance: el oficialismo, el radicalismo y nosotros. Si está muy pareja, es otra historia.
Da la sensación de que la elección del 14 está muy difusa para la gente...
Todavía sí. Falta un mes. Al Gobierno le conviene que vaya poca gente a votar porque piensa llevar a los que tienen planes sociales. Es nuestra responsabilidad que la gente se vaya enterando y que nos organicemos para que ese día estén todos enterados.
Mauricio Macri sacó más de 800 mil votos en Capital y no tiene candidato a presidente, ¿hacia quién cree que irán esas voluntades?
La mayoría ya han venido a nuestras filas, porque los dirigentes del Pro están con nosotros en todo el país. A punto tal que el candidato a gobernador de Entre Ríos, Armando Saliva, va con el Frente Popular y el Pro. En Santa Fe armamos una lista con el Pro, con Miguel Del Sel y el nuestro, que es Salomón. Y el resto uno y uno en toda la lista. En Buenos Aires desde Jorge Macri hasta el intendente de Avellaneda, de Lanús. Son todos compañeros del Pro. Hay un entrecruzamiento que hace que esos votos vengan a nosotros.
¿Y por qué entonces Macri no se pronuncia públicamente?
Porque es una estrategia que es correcta. El necesitaba que todos lo voten y la estrategia fue la de no nacionalizar, y seguirá así hasta el 31 de julio. Pero después me imagino que tendrá que apoyar a sus candidatos.
En caso de llegar a la presidencia, ¿qué hará con los subsidios?, ¿los eliminará?
No hay que cometer el mismo error que cometió Bolivia. De golpe quiso cambiar y no se puede cambiar de golpe. Es como un enfermo que le van a hacer una operación importante, hay que prepararlo. Acá hay que hacer lo mismo, paso a paso y con cuidado. El problema de los subsidios eléctricos, gasíferos y al transporte es que siguen concentrando gente en el Gran Buenos Aires. No puede ser que sea más fácil vivir en donde tendría que ser más difícil. Debería ser más fácil vivir en el interior, como históricamente fue. Esto sigue generando mucha concentración de argentinos y no argentinos que vienen buscando las migajas que caen de la Capital Federal. Es un disparate.
¿Cree que esa es una política direccionada?
Creo que sí. Piensan cómo concentrar gente que creen que los va a votar. En el norte del país preocupa enormemente la parálisis del ferrocarril Belgrano Cargas...
Ese es un tema central que, además, no es plata en comparación de lo que gasta el Estado en otras cosas. Antes de Aerolíneas era el Belgrano, eso es algo de cajón. Nosotros trabajamos sobre políticas de Estado con todos los partidos políticos y lo primero que trabajamos hace dos años y medio es el tema de transporte, comunicaciones y energía. El tema del Belgrano es emblemático. Debemos tener un plan a 25 años con cumplimiento de metas. Pero eso no se puede hacer en un país en el que no hay pensamiento estratégico. Argentina no tiene pensamiento estratégico porque para el Gobierno estamos en los 70 y todo se desenvuelve en torno a la gente que desapareció en la dictadura. El hombre común piensa que va a ser de su hijo o de su nieto, no de su abuelo. Los países no progresan de esa manera.
Hay una instalación mediática en los medios oficialistas de que todos los candidatos opositores están a la derecha de Cristina y que son amigos de los militares o de la Sociedad Rural, ¿cómo se construye ese relato?
Primero, es un relato falso. En segundo lugar, yo no tengo ningún problema en llevarme bien con la gente de derecha y con los militares, porque estos militares no son los de la dictadura. Además, debemos incorporar al Ejército a un proyecto de Nación. Si algunos creen que esto está mal que lo digan, estamos en una sociedad libre donde cada uno puede pensar a su manera. Yo no estoy dispuesto a hacer concesiones ni a cambiar mis ideas por lo que dicen ellos. Salen los dirigentes y dicen: “Uy, cómo trabaja el Gobierno en derechos humanos”. Como la mona trabaja. No entienden que los derechos humanos son los de la gente que están siendo vulnerados día a día. No hay que hacer concesiones. De los desaparecidos había que ocuparse en el 76, 77 o 78. Ahora es muy fácil hablar. A mí me destituyó el golpe militar de 1976. Me destruyeron la casa y el estudio. Volví y seguí trabajando con los familiares de los que habían desaparecido en mi Lomas de Zamora. Y asumí rodeado de las Madres de Plaza de Mayo con pañuelos blancos. Pero eso era antes. Después nos empezamos a ocupar de los derechos humanos sobre todo de los más vulnerables, que son los chicos. En todo el país en esta etapa empiezan a morirse los chicos de frío, pero el certificado de defunción dirá que fue de bronquiopatía.
Con los casos de desnutrición pasa lo mismo, se los disfraza de “deshidratación”...
Son mentiras. Debería decir que se murieron por la pobreza de sus padres. No puede ser que sigan de esa manera. Han hecho inequidades enormes. Hay gente que está presa hace diez años y no sabe por qué lo está.
Desde que dejó la presidencia se dedicó a viajar mucho, ¿cómo ve a la Argentina en el escenario futuro a nivel mundial?
Argentina en realidad tiene una enorme ventaja, que son las condiciones naturales del país. Tiene otra ventaja, y es que somos pocos habitantes. Y una desventaja, que es una dirigencia en general que, al igual que muchas diligencias de climas cálidos, no se dedica a explotar su potencialidad porque quienes tienen dinero viven bien y el resto no tiene trabajo. Yo creo que Argentina va a ser protagonista nuevamente en Sudámerica, y creo que esto no pasará en muchos años. Yo me acuerdo de que cuando Cardozo devaluó yo estaba en Brasil. La gente creía que estaba todo mal y, sin embargo, en 16 años Brasil se nos ha escapado. Está organizado con el Brics. Es fenomenal. Lo que ellos hicieron en 16 años nosotros podemos hacerlo en ocho o diez. Chile en 1995 tenía el producto bruto de Buenos Aires y hoy hay que ver cómo ha crecido. En el plano internacional hay que actuar con sentido común. Hay que llevarse bien con los países y dejar ese concepto de siglos pasados de las “luchas imperiales”. Eso se acabó en el mundo. Nosotros tenemos que tener poder de determinación, pero eso no se logra como pretende (Hugo) Chávez, luchando contra el imperialismo. Se logra haciéndose fuerte.
Si usted gana, ¿quién será el principal socio comercial del país?Brasil.
¿Y China?
También. Brasil es el Brics, y ahí tenemos que estar nosotros.
¿Es posible que Argentina tenga un modelo parecido al de Brasil?
Es lo que digo hace años. Yo decía que había que copiarse de Brasil. Cuando Cardozo devaluó se comprometió a refinanciar el pasivo de todas las pymes de Brasil. Uno se da cuenta de que nos pasaron por arriba, pero los brasileños tuvieron también la suerte de tener una dictadura desarrollista.
En una eventual reelección de Cristina, ¿cómo será el vínculo con la CGT?
No lo sé, yo sé que si gano la elección esta CGT no llega ni al día que yo asumo. Los dirigentes gremiales deben ser parte de la solución, no del problema. Y mis amigos gremialistas, que pueden ser criticados por algunas razones, no lo son por no actuar en conjunto con los empresarios de su sector. Yo creo en la comunidad productiva. Empresarios y trabajadores deben ponerse de acuerdo. Si el empresario gana más, es lógico que los sindicatos tengan mejores condiciones laborales. Pero si la actividad tiene problemas, el gremio debe acompañar para no matar a la gallina de los huevos de oro. La CGT está muy sola, son muy pocos los gremios que apoyan a Hugo Moyano. Los dirigentes gremiales dicen: “Que el problema se lo coma Moyano”.
¿Cómo está el duhaldismo en el Conurbano bonaerense?
Son todos duhaldistas. No importa dónde estén hoy, son todos duhaldistas.
(Ver el video completo de la entrevista en http://www.eltribuno.com.ar/)
Fuente: http://www.eltribuno.info/salta/49430--De-los-desaparecidos-habia-que-ocuparse-en-los-70-ahora-es-muy-facil-hablar--.note.aspx
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