Quebrada de Humahuaca-Jujuy

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El cerro de siete colores, Purmamarca

domingo, 11 de noviembre de 2012

Duhalde defendió a De la Rúa y cargó contra "Chacho" Álvarez


El ex presidente desacreditó las acusaciones de que hubo pagos para aprobar la ley laboral en 2000; afirmó que el ex líder del Frepaso convenció de la idea a Cafiero
Por Hernán Cappiello  | LA NACION
El ex presidente peronista Eduardo Duhalde asestó un duro golpe a la acusación contra Fernando de la Rúa en el juicio donde se juzga al ex presidente radical porque supuestamente ordenó que se pagaran sobornos para aprobar una ley laboral en 2000.
"Mi convicción es que este hecho no sucedió", declaró ayer bajo juramento en el juicio que se sigue a De la Rúa, a ex funcionarios de su gobierno, a ex senadores justicialistas acusados de cobrar y al confeso Mario Pontaquarto, quien dijo haber repartido los sobornos.
Pero también cargó contra el entonces vicepresidente del gobierno de la Alianza, Carlos "Chacho" Álvarez, a quien acusó de haber difundido la versión del pago de coimas y luego del "disparate" de haber renunciado, en lugar de quedarse en el gobierno en ese momento para investigar los rumores.
La declaración de Duhalde sorprendió hasta al propio De la Rúa , pues el radical no se cansó en los últimos diez años de acusarlo de ser uno de los artífices en las sombras de la pueblada del 19 y el 20 de diciembre de 2001, donde hubo saqueos, multitudinarias manifestaciones en Plaza de Mayo, una irracional represión policial con muertos en todo el país y la renuncia del ex mandatario radical. "Duhalde actuó con dignidad. Es el hombre más allá de la política", les susurró De la Rúa a sus colaboradores más cercanos cuando Duhalde se retiró de los tribunales de Comodoro Py 2002 en un Volkswagen con vidrios polarizados, acompañado de otro vehículo con su custodia. Allí, ya en la calle, Duhalde en declaraciones a los periodistas restó entidad a las acusaciones en su contra: "De la Rúa es un buen hombre. Tiene derecho a pensar como quiera".
Apenas Duhalde ocupó la silla de los testigos, a las 14.30 de ayer, apoyó ambas manos sobre la mesita que estaba ante sí y, erguido, respondió al interrogatorio de la fiscal Sabrina Namer.
Impecable, de traje azul, camisa blanca y corbata al tono, se permitió tutear a la fiscal, hasta que terminó llamándola señorita. La contradijo cuando señaló que la aprobación de las leyes laborales no eran una exigencia del FMI, como señala la acusación, y explicó -casi didáctico- que a un gobierno como el de De la Rúa, que llevaba menos de un semestre en el poder, no se lo cuestionaba, sino que se lo acompañaba. Por eso, dijo, el peronismo había decidido apoyar las leyes laborales, con la introducción de algunas reformas. "Había que ayudar", señaló.
Duhalde se reservaba para dar la respuesta que parecía ensayada. "Fernando de la Rúa es un hombre de bien. Lamento que pase por esta situación. Lo conozco y sé la indignación que tiene por la injusticia de estar pasando por esto", dijo.
Y ahí encaró: "Este episodio tiene un protagonista que actuó de manera irresponsable, que es el ex vicepresidente de la República ["Chacho" Álvarez]. Actuó irresponsablemente. No es la actitud de un dirigente serio. Si estaba seguro (de que hubo sobornos), debería haberse quedado para investigar y no haberse ido, debería haberse callado la boca e investigar".
Duhalde aseguró que "Álvarez lo convenció a Cafiero" de la existencia de las coimas . Antonio Cafiero era senador cuando surgieron los rumores del pago de sobornos y se entrevistó con Duhalde, que era su jefe político. En esas charlas le confió que tenía la certeza de que había coimas entre sus compañeros de bancada y planteó una cuestión de privilegio en el Senado para denunciarlo. "Yo no estaba de acuerdo", dijo Duhalde.
Pero "Chacho" Álvarez dijo en el juicio que fue al revés, que fueron las sospechas de Cafiero y una nota de LA NACION del periodista Joaquín Morales Solá las que alimentaron su convicción de que hubo coimas.
"No tengo certezas, sí convicción. Mi convicción es que este hecho no sucedió", dijo Duhalde, y sembró dudas sobre la acusación.
Y cuando los abogados de los acusados le preguntaron si había tenido algún dato que apoyara la idea de que se hubieran pagado sobornos para aprobar esa ley, su respuesta fue tajante: "Jamás".
En las filas de sillas de la mayoría de los defensores, las caras serias no alcanzaron para disimular una sonrisa.

MOYANO Y LA BANELCO

Hugo Moyano ratificó ante la Justicia lo que había dicho públicamente: que escuchó en un asado que el ex ministro de Trabajo de la Alianza Alberto Flamarique aseguró: "Para los senadores tengo la Banelco", en supuesta referencia a que no iba a tener dificultad para que la ley laboral pasara por la Cámara alta. Moyano testificó acompañado de una manifestación con bombos y redoblantes. Dijo que no le constaba que se hubieran recibido coimas y que no había dado importancia a la frase del ex ministro hasta que la leyó en LA NACION. Cuando le preguntaron si en la comida con Flamarique habían tomado vino, contestó airado: "¡Era un asado!¿Qué vamos a comer? ¡Un asado sin vino!"..

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